23. Una última ronda

CAPÍTULO VEINTITRÉS

Nadia estaba sinceramente conflictuada sobre lo que exactamente sentía por su hermano. ¿Era rabia o desprecio? No podía decirlo. Las dos mujeres estaban sentadas en un silencio inquietante, mirando la tumba de Trina como si de alguna manera tuviera las respuestas a todo lo que no...

Inicia sesión y continúa leyendo