No puedo darte lo que quieres

Emelda

—¿Por qué estás aquí afuera? —pregunta Cole, moviendo su mano por mi espalda mientras me acerca más—. Estás congelada.

—Quería revisar Ravenfell—

—Yo estaba en camino—

—No es tu responsabilidad—

—Iba a buscarte —interrumpe, tomando aire.

Abro los ojos, saliendo de la neblina de su aroma...

Inicia sesión y continúa leyendo