Rastreándolos

Rainer

Esos dos malditos imbéciles me llevaban ventaja, pero eso no me detiene de rastrearlos. No es muy difícil. Solo sigo el rastro de cadáveres que dejan a su paso. Lex pudo poner a los guardias tras su pista cuando salieron de la biblioteca, así que mientras los persigo, me encuentro con un gua...

Inicia sesión y continúa leyendo