Una súplica desesperada

Griffon no sabía qué estaba pasando con Taya, así que le preguntó a Shelly con indiferencia:

—¿Es suficiente?

Esta bofetada disipó las dudas de Shelly. Griffon nunca golpearía a las personas que le importaban. Al contrario, las defendería desesperadamente. La golpeó tan despiadadamente, lo que sig...

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