El fin de la obligación

Después de darle agua, Griffon le preguntó suavemente:

—¿Quieres más?

Taya negó con la cabeza ligeramente, justo a tiempo para ver las marcas de quemaduras en sus nudillos. Levantó la mirada para observarlo.

—Tu mano...

Griffon curvó ligeramente los dedos para evitar su vista antes de alcanzar u...

Inicia sesión y continúa leyendo