La muerte de la desesperación

Amon se paró en la entrada, mirándola desde lejos. Al ver cómo la esperanza se desvanecía lentamente de sus ojos aturdidos, su expresión se oscureció.

Se acercó a Taya y agarró su rostro pequeño con sus ojos fríos fijos en ella. —¿Quieres morir con él? —preguntó.

Taya levantó sus pestañas, húmedas d...

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