Palabras tácitas, asuntos pendientes

Taya miró la pantalla oscura, sintiéndose un poco deprimida, y soltó un suspiro pesado. Griffon, sentado en el sofá y mirando datos financieros, le hizo un gesto cuando la escuchó.

—Ven aquí.

Taya dejó su teléfono, se levantó de su asiento y caminó hacia Griffon. Una vez frente a él, el hombre ext...

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