Una primavera que llegará

Taya no miraba su teléfono, se concentraba en limpiar la frente de Silas.

El hombre que estaba siendo atendido, después de observarla por un tiempo, habló suavemente.

—Taya, ya estás emparejada, no es apropiado que me cuides así...

Taya frunció los labios, una sonrisa leve apareció en el fondo de...

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