Capítulo 24 Como un Tsunami

Pablo entró primero a su casa, el gabán que llevaba ondeaba con la rabia entre pecho y espalda, contenida. Su rostro normalmente estaba siempre enojado o con gestos aburridos y fríos como los inviernos en Madrid, otras veces, aparentaba ser o parecer habitualmente confiado, aunque no muy radiante, p...

Inicia sesión y continúa leyendo