Capítulo 158

El día no estaba yendo tan mal, admito que creí que sería más complicado, no imposible, pero al menos no tan fácil.

¡Fue como quitarle un dulce a un niño!

Supongo que Kieran ya perdió su toque. No, no es eso. Es la felicidad lo que lo deja… adormecido. Es como un monstruo dormido que cede tante una...

Inicia sesión y continúa leyendo