LUJURIA (SEGUNDA PARTE)

—¿Quieres ir al dormitorio? —preguntó él.

—¡Claro! —dijo ella, sonriendo. Todavía estaba convencida de que no se acostaría con él, pero pensó que podría disfrutar de un buen oral. Se levantaron y se dirigieron a su habitación. Él echó un vistazo rápido a su sexy trasero mientras caminaba, apenas cu...

Inicia sesión y continúa leyendo