Capítulo 52

No existe tal cosa como lo correcto o lo incorrecto. Todo lo que podía pensar eran estos sentimientos locos, la emoción, el dolor y su respiración. Ya estamos aquí.

Sus besos fueron de mi boca a mi mandíbula.

¡Oh, maldición! ¡Puedo sentirlo mucho entre nosotros!

Fruncí los labios y cerré los ojos...

Inicia sesión y continúa leyendo