Capítulo 56

Regresamos a su habitación. Mi mejilla se calentó rápidamente al desviar la mirada hacia la cama. La locura que hicimos me vino a la mente.

El toque... los besos... los gemidos... nosotros.

Mi mirada volvió gradualmente a la cama, donde la sábana había sido cambiada. La dejé con las sábanas arrugad...

Inicia sesión y continúa leyendo