Capítulo 66

—Alguien sujeta mi brazo.

—Aime, despierta —venía del criminal. Empujo mis pies para quitar su mano.

—Ya es por la tarde. No has comido desde ayer —dijo, preocupado.

Sé que no quieres que muera porque sigues persiguiendo tus pensamientos delirantes sobre formar una familia.

Vete al diablo, crimi...

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