Una reunión con el rey

Me despierto temprano por unos golpes en la puerta. Corriendo hacia ella, la abro.

—Elara, el rey ha solicitado tu presencia, por favor—. El Beta me mira. Miro hacia abajo, a mí misma.

—Por favor, dame un momento—. Cerrando la puerta, me apresuro a prepararme; en cinco minutos estoy vestida y sigu...

Inicia sesión y continúa leyendo