Su advertencia

Kellan vuelve a entrar y le entrega una botella y un vaso. Me río y lo miro.

—No te rías, ella bebe más que yo—. Me ofrece un vaso.

Poniendo los ojos en blanco, lo tomo.

—No. Aparentemente, ¿Darius te ha visto borracho? ¿Cómo es posible?

—No preguntes. O si debes, guárdalo para después—. Asiente...

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