Epílogo La mujer

La taza de Lucille cayó de sus manos flojas, aterrizando en el suelo de baldosas blancas y negras con un fuerte estruendo. El café se derramó por todas partes, incluso sobre sus zapatos de tacón alto, pero apenas lo sintió. Apenas escuchó el grito sorprendido de Jamie, pero aparte de eso, no había n...

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