Capítulo 103

El toque de Darian era suave y delicado, pero cuando lo miraba, veía al hombre que me encadenó a la cama, aquel que se follaba a sus Bells como si solo sirvieran para eso y luego me trataba como a un perro con correa, tirando de mí cuando le apetecía.

—Por favor, detente— agarré sus manos y las baj...

Inicia sesión y continúa leyendo