Capítulo 38

La puerta se cerró de golpe y caí de cara en una almohada cuando él me arrojó sobre la cama en el centro de la habitación. No sabía de quién era la habitación, pero el olor a sexo y sudor me hizo pensar que había sido usada no hace mucho. La necesidad de vomitar era fuerte, pero mi miedo al hombre f...

Inicia sesión y continúa leyendo