Capítulo 60

Se pasó una mano por su espeso cabello y este cayó en mechones frente a sus ojos de aspecto depredador.

Cuando vi lo que sacó, sentí que mis ojos se agrandaban al doble y me encogí contra la pared.

—No tengas miedo, te prometo que esta parte no dolerá —informó mientras se acercaba con el juguete en...

Inicia sesión y continúa leyendo