Capítulo 62

La mañana había pasado, debía ser mediodía cuando yacía despierta en la cama y miraba el techo como lo había hecho durante las últimas horas. Mi cuerpo estaba más allá del agotamiento y mis piernas temblaban, pero traté de quedarme lo más quieta posible para evitar ejercer presión sobre los moretone...

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