Capítulo 35: Ve al grano

La luz del sol se filtraba por las rendijas de las cortinas, iluminando la habitación.

En la cama desordenada, los dedos de Lena se movieron ligeramente antes de que ella luchara por abrir los ojos.

Su cuerpo se sentía como si hubiera sido desarmado y vuelto a armar, con cada articulación doliendo...

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