Un monstruo

Nora estuvo en silencio durante todo el trayecto de regreso a casa. Yo también estaba en silencio y se sentía tan incómodo. Cuando llegamos a casa, me llevó en su pecho y me puso en la cama.

—Descansa un poco. Voy a dar un paseo por el jardín —dijo, y se fue.

No regresó hasta unas dos horas despué...

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