Encuentro con el horror

—¿Cómo puede una chica ser tan peluda? Seguro que huele mal.

—Mira sus orejas, tan grandes como las de un conejo.

—Escuché que es hija de un magnate de negocios del país. Cameron Peyton, dicen.

—No se parece en nada a su apuesto y bien tonificado padre.

—Mira cómo se mueve su trasero gordo cuando ca...

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