Lobos desaparecidos - Parte II

La doctora Riley entró en la habitación, inclinó la cabeza y procedió con el chequeo diario. Aiden leía el expediente a su lado, y cuando Riley terminó, se giró para enfrentar al macho Alfa.

"Sus signos vitales están estables, Su Alteza," informó, y él asintió.

"Me gustaría trasladarla a mi habitaci...

Inicia sesión y continúa leyendo