Calor - Parte I

Se arrastró hasta el dormitorio a través de la ventana, tropezando por el bosque. Su respiración era errática, sangraba profusamente y la herida no mostraba signos de curación. Arrastró los pies hasta el baño. Le resultaba cada vez más difícil respirar y temía desmayarse. Tomó el botiquín de primero...

Inicia sesión y continúa leyendo