Colinas de Faye

¡Adrenalina! La descarga de adrenalina que experimentó era indescriptible. Corrió por los pasillos de la enfermería hacia la habitación donde la tenían. Las puertas estaban entreabiertas, así que entró de golpe, sorprendiendo tanto al sanador como a la paciente. Riley se dio la vuelta e inclinó la c...

Inicia sesión y continúa leyendo