131

La pesadilla fue aterradora.

Estaba de pie en un vasto salón vacío adornado con decoraciones de boda. El aire olía a metal, espeso y sofocante. Mi vestido de novia, impecable y blanco hace unos momentos, estaba empapado de sangre. El rojo vibrante parecía palpitar, un recordatorio grotesco de algo ...

Inicia sesión y continúa leyendo