Veinticuatro

CAPÍTULO VEINTICUATRO

Compañeros de por vida

Los pasos se acercan hacia nosotros.

Miro a Dylan, sin saber qué hacer. Él duda por un momento antes de levantarme en sus brazos.

Empieza a correr, llevándome con facilidad. No puedo escuchar los sonidos de nuestros perseguidores por el viento que pas...

Inicia sesión y continúa leyendo