Treinta y cinco

CAPÍTULO TREINTA Y CINCO

Me desperté temprano en la mañana, tocando el otro extremo de la cama para alcanzar a Dylan, pero no sentí nada.

En el segundo en que me di cuenta de que no estaba allí, abrí los ojos de par en par y me incorporé en la cama instantáneamente.

—Dylan —llamé suavemente.

Me ...

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