Hacer un trato

—A pesar de lo que puedas pensar de mí, no soy estúpida —afirmó Visenya con confianza—. Conozco tus deseos... tus necesidades... y, lo más importante, sé que soy la única que puede satisfacerlas. Así que, tal vez, tú y yo podamos llegar a un acuerdo.

Lucian se levantó bruscamente de su silla, avanz...

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