Mi cruel compañero. 18

—Nada de transformaciones durante este entrenamiento —gruñó, con los ojos fijos en Garret. Lo que sea que le dijo, hizo que me mirara y ordenara:

—A mi oficina, ahora.

Seguí al alfa hasta una enorme habitación que olía a él. Mientras miraba alrededor de su oficina, no me di cuenta de que estaba par...

Inicia sesión y continúa leyendo