Capítulo XXX: Elección

Isabella regresó al harén con la cabeza en alto, pero por dentro se estaba desmoronando. Se revolvía en su sueño, atormentada por visiones de campos de batalla empapados en sangre, los orgullosos estandartes de Allendor manchados de carmesí y las abrasadoras llamas de los dragones lamiendo los borde...

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