24.

—Igor, has comprado casi todo el centro comercial, no sé dónde voy a poner tanta ropa... —murmuro seriamente mientras entramos al estacionamiento privado del centro comercial.

—Necesitas ropa, zapatos y accesorios, mi ángel, no quiero que te falte nada —dice con calma, acercándose a mí.

Mi corazón...

Inicia sesión y continúa leyendo