55.

—POV Igor Durand

Llegué a casa cuando ya estaba oscureciendo y, al estacionar el coche en el garaje, apoyé la cabeza en el volante y cerré los ojos, sintiéndome desolado...

Me duele el pecho y mi corazón está aplastado por la añoranza de mi chica, la extraño tanto, aquí conmigo todo el tiempo...

Ve...

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