7.
—Hola papá, todo está planeado para llevar a cabo el trabajo mañana, volveré en dos días.
Sonrío orgulloso de ella, Kiara es una mujer muy inteligente y astuta, no es de extrañar que sea una de las mejores asesinas a sueldo del mundo...
A pesar de haber perdido a sus padres hace unos años y de perder al gran amor de mi vida, ella sigue luchando y viviendo su vida...
Aunque se pone triste y llora en las fechas más tristes de nuestras vidas, la muerte de sus padres, es una chica muy fuerte...
Cuando se acerca la fecha en la que murió su novio, se pone muy desesperada y se queda todo el día en su apartamento, en la habitación donde solían estar juntos, abrazando las fotos de ellos dos...
Me rompe el corazón verla sufrir por este chico, lo amaba mucho y hacía todo por él, protegiéndolo de todo y de todos...
Nunca he amado a una persona hasta el punto de experimentar el amor puro y verdadero que vi experimentar a mi hija, ambos se amaban tanto...
(...)
Agarro mi maleta y mi chaqueta saliendo de mi habitación, es hora de ir a casa...
Paso por la recepción y veo a la señorita Moreau entrando en el ascensor, antes de que presione el botón pongo mi mano en la puerta del ascensor antes de entrar...
Ella me mira por unos segundos con una cara seria y se aleja un poco más...
Frunzo el ceño ante esto y presiono el botón para que el ascensor baje, la observo discretamente...
Una notificación suena en su celular y ella recoge el dispositivo, viendo el mensaje. Cuando lo lee, no parece estar muy contenta, suspira y parece un poco desanimada...
—Durante las horas de trabajo no quiero ver charlas en tu celular, sé profesional y no te distraigas con cosas inútiles en ese dispositivo —le aconsejo con un tono de voz ronco y severo.
—Conozco muy bien mis obligaciones en esta empresa, señor Durand —dice irónicamente mientras me mira.
Antes de que pueda cuestionarla por su comportamiento hacia mí, el ascensor se abre y ella pasa rápidamente hacia la salida...
Maldita mujer insolente e impertinente, ¿cómo se atreve a hablarme así? Soy su jefe...
(...)
—POV Becca Moreau
Me despierto con el sonido del despertador, sigo llorando con los ojos cerrados, no puedo creer que ya haya amanecido...
No tengo nada de ganas de ir a trabajar, solo imaginarme encontrarme con mi jefe idiota me desanima...
No solo eso, sino que me levanto de la cama y voy hacia el baño, abro el grifo y me miro en el espejo viendo mi cara toda arrugada...
Cada día que pasa se vuelve más insoportable, nada le agrada y siempre está insatisfecho con lo que hago...
Llevo casi un mes trabajando en la empresa del señor Durand y ha sido casi una tortura tener que soportar a mi jefe...
Hace unos días mi madre me llamó y me humilló lo suficiente como para hacerme llorar, con rabia y resentimiento, por no tener el amor maternal que nunca tuve...
Nunca puedo complacer a nadie, a mis padres no les importo, cuando llaman y pienso que van a decir algo bonito y motivador para animarme, vienen y me humillan...
Ni siquiera voy a hablar de mi hermana, queriendo presumir que tiene dinero y vive en un apartamento que vale no sé cuántos millones de dólares, que tiene joyas, que sale con varios tipos llenos de dinero y no sé qué más...
Mi familia es ambiciosa y solo piensa en el dinero, intentan ser alguien que no son por poder y avaricia...
Mi mejor amiga es la única que se quedó a mi lado, animándome a seguir persiguiendo mis sueños...
(...)
Salí de mi apartamento ya ordenado y recogí mi celular viendo que el Uber ya había llegado...
Camino hacia el coche del Uber y apoyo mi cabeza contra la ventana pensando en todo lo que ha pasado y está pasando en mi vida...
Escucho una notificación en mi celular y la reviso, viendo un mensaje de mi mejor amiga...
(...)
Llevo el café del señor Durand junto con su agenda y camino hacia su oficina, respiro hondo contando hasta 3, antes de tocar su puerta...
—Adelante —escucho su voz gruesa y ronca que me pone la piel de gallina.
¡Mierda! Esto no debería pasar, mi cuerpo traicionero reacciona de una manera tan natural que cuando me doy cuenta, ya ha sucedido...
Aunque sea un idiota y egocéntrico, es muy bueno en la cama, no podemos olvidar la noche que pasamos juntos en ese motel...
Sacudo la cabeza, alejando estos malditos pensamientos, y entro en su habitación, lo veo con una expresión seria y usando sus gafas, haciéndolas ver sexys...
¿Qué estoy pensando? Dios mío...
—¡Buenos días! Su café, señor Durand —coloco la taza de café en su escritorio y me alejo, tomando la agenda—. Tiene una reunión con el analista de marketing a las 8:30; poco después una reunión con el director financiero que solicitó urgentemente —le digo toda su agenda.
—Quiero que dejes la sala de reuniones lista y cuando llegue la hora, avísame en cuanto llegue —dice con dureza sin mirarme—. Envié algunos documentos por correo electrónico y quiero que todos estén corregidos hoy...
—Está bien, señor, con su permiso —digo y luego salgo de su habitación.
Camino hacia mi escritorio suspirando profundamente mientras me siento en la silla, luego enciendo la computadora...
Me masajeo las sienes sintiendo que me late la cabeza, todavía estoy corrigiendo los documentos que mi jefe envió...
Parece que tomó todos los documentos que tenía en un año y me los envió para revisar porque no es posible...
—Buenas tardes, ¿está Igor en su oficina? —escucho una voz melosa y levanto la vista para ver a una rubia cubierta de silicona mirándome con desdén.
—Buenas tardes, sí, el señor Durand está en su oficina, ¿tiene una cita con él? —pregunto con una postura erguida.
—No necesito una cita con Igor, con permiso —dice y se aleja hacia la oficina de mi jefe.
—No puede entrar, él está ocupado —intento intervenir pero la mujer de silicona abre la puerta con todas sus fuerzas y entra—. Señor, intenté detenerla pero...
—Salga, señorita Moreau —su tono duro y arrogante ordena antes de que termine de hablar.
—Con permiso —digo entre dientes y salgo de su habitación, cerrando la puerta después.
Idiota, ¿cómo puede haber un hombre más insufrible y arrogante que este?
Me siento en mi escritorio e intento concentrarme en los papeles frente a mí, pero no puedo...
Está follando con esa rubia estos días, haciéndome querer vomitar...
