Capítulo 36 Una bofetada

Los ojos de Manuel se oscurecieron, y su rudo amasamiento se convirtió en caricias suaves, deslizándose desde el pezón de Catherine hasta sus bragas, sus dedos rozando su clítoris.

Con su punto más sensible siendo estimulado, Catherine jadeó, sintiendo una mezcla de furia y vergüenza. Levantó la ma...

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