No te lo daré

Aídan

Con mi pequeña mujer, desnuda, dormida entre mis brazos, embarazada y mía, se me acaban los deseos.

No puedo pensar en nada que desee, además de esto. Los doy por cumplidos de por vida.

Yo ya lo tengo todo. Ahora solo tengo que conservarlos.

Acomodó su cabeza en la almohada y beso sus labi...

Inicia sesión y continúa leyendo