Libro 2, En el principio - Prólogo

Mientras miraba al Rey de los Vampiros, tuve que tragarme las ganas de vomitar de asco. Mis manos temblaban, pero no de miedo como el idiota arrogante pensaba. Estaba enfadada, frustrada, furiosa, nada parecía transmitir con precisión el nivel de emoción que sentía. Buscaba retribución o venganza; n...

Inicia sesión y continúa leyendo