En el principio, capítulo 62

Abrí la puerta con manos temblorosas, los nervios se apoderaron de mí una vez que estuve realmente solo con una posible amenaza. Respiré un gran suspiro de alivio cuando abrí la puerta y vi a Elaina y a una mujer que debía ser su madre.

—¡Elaina, no esperaba verte hoy! —sonreí.

—Vine para darte ap...

Inicia sesión y continúa leyendo