Capítulo 111

Alice le dio un gran abrazo a Samuel, y él sonrió traviesamente.

—Cariño, he estado corriendo como loco estos últimos dos días. Mis piernas están a punto de caerse. ¿No merezco una buena cena por todo mi arduo trabajo?

—Si no quieres cocinar, solo dilo —Alice puso los ojos en blanco.

En realidad,...

Inicia sesión y continúa leyendo