10

Sienna sintió sus mejillas arder de vergüenza. Sí, era vergonzoso y humillante, pero había funcionado para Scarlett. Si suplicar era la única carta que tenía para jugar, estaba dispuesta a intentarlo. No es como si le quedara alguna dignidad que proteger en este punto. Probablemente él se lo contarí...

Inicia sesión y continúa leyendo