6

—Baila para mí —dijo él.

Scarlett se rió, pero la risa se volvió suave y se apagó al ver la expresión en su rostro.

—No sé bailar —dijo ella—. Soy... terrible. Tengo todo el estilo y la gracia de un jabalí de tres patas en una pista de hielo.

Tal vez fue la vívida imagen mental lo que lo hizo sol...

Inicia sesión y continúa leyendo