Capítulo 160 Ser adorado

Cecilia tomó el tónico que George le trajo y comenzó a comerlo poco a poco.

—George, no tienes que quedarte conmigo. Una vez que termines, descansa un poco —dijo Cecilia, sin querer que él se sobrecargara de trabajo.

—A mi edad, no duermo mucho. Solo te haré compañía —respondió George con suavidad...

Inicia sesión y continúa leyendo