Capítulo 362 Una aventura

Cecilia se estiró como un gato perezoso.

Ya eran las 10 p.m. otra vez.

Cada día se sentía tan lleno de cosas.

Justo cuando estaba a punto de gritarle a Augusto para que diera por terminada la noche, su teléfono vibró.

Miró la identificación de la llamada y contestó. —Cassius. ¿Qué pasa?

—¿No me...

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