Capítulo 100

Comimos en una mesa en la terraza, el océano extendiéndose ante nosotros, de un azul brillante bajo el sol de la mañana. Olivia parecía más relajada ahora, su timidez inicial desvaneciéndose mientras comíamos.

—Esto está bueno —admitió, tomando otro bocado de huevos.

—Te lo dije. Soy bueno en todo...

Inicia sesión y continúa leyendo