Capítulo 12

Sus ojos se fijaron en los míos a medida que me acercaba, luego bajaron para observar mi vestido. Su mandíbula se tensó.

—Olivia.

Mi nombre sonó como un pecado en sus labios.

—Te ves... deliciosa.

El calor inundó mis mejillas.

—Gracias. Tú también te ves bastante bien.

—Pensé en enviarte un c...

Inicia sesión y continúa leyendo