Capítulo 127

Olivia

Se inclinó, sus labios rozaron los míos en un beso suave que rápidamente se profundizó. Sus manos trazaron la piel desnuda de mi espalda, enviando escalofríos por mi columna.

—Si seguimos así —susurré contra su boca—, perderemos nuestra reservación.

—Vale la pena —murmuró, pero se apartó...

Inicia sesión y continúa leyendo