Capítulo 147

Cuando finalmente llegamos a la finca, Alfred estaba esperando para recibirnos, a pesar de la hora tardía.

—Buenas noches, señor Carter, señora Carter —dijo con una ligera inclinación—. ¿Disfrutaron de la gala?

—Sí, gracias, Alfred —respondí—. No era necesario que te quedaras despierto.

—No es pr...

Inicia sesión y continúa leyendo