Capítulo 148

Nuestros cuerpos se presionaron juntos, piel contra piel, y gemí con el contacto. Sus pezones rozaron contra mi pecho, enviando chispas de electricidad a través de mí. Besé su cuello, bajando por su clavícula, regresando a sus pechos.

—Tus tetas son jodidamente perfectas —murmuré, mis dedos experta...

Inicia sesión y continúa leyendo